jueves, agosto 12, 2021
miércoles, agosto 11, 2021
Me encantó esto
Estaba en un museo embrujado y tomé esta foto de una muñeca espeluznante en una vitrina
"Esa muñeca"
Cuando estaba buscando comprar una casa, fui a una exhibición. La dama vivía sola. Cada habitación de la casa tenía muñecas. Estaban en sillas, en estantes, por todas partes. Fue tan inquietante que ni siquiera consideré comprarlo. Una muñeca es un poco espeluznante. Habitaciones llenas de muñecas es una maldita pesadilla.
martes, agosto 10, 2021
‘Bruja del Raval’ de Barcelona; Una mujer acusada de bruja, unos niños desaparecidos y muchas, muchas muertes
El de Enriqueta Marti I Ripolles es unos de los casos policiales más macabros, escabrosos y mediáticos de la Barcelona de principios del siglo XX. Es la historia de una mujer de los bajos fondos, que actuó como curandera y alcahueta, a la que se acusó del secuestro, explotación y asesinato de niños.
De niñera a proxeneta.
Durante el día Enriqueta mendigaba en casas de caridad, conventos y parroquias, sin embargo, por las noches, se vestía con ropas lujosas, sombreros y pelucas, y se hacía ver en ambientes donde acudía la clase acomodada de Barcelona, como el Casino de la Arrabasada
La policía registró la vivienda; un salón con muebles carísimos, en contraste con la pobreza de las habitaciones donde se alojaban las niñas.
Armarios con trajes de gala para un niño y una niña, pelucas, vestidos de confección y un montón de cartas escritas en clave en las que se podían leer contraseñas, iniciales y firmas irreconocibles.
Todo indicaba que era una lista con nombres de clientes importantes, muchos de ellos pertenecientes a la burguesía. Posteriormente se informó de que esa lista sólo incluía nombres de personas adineradas a quien Enriqueta mendigaba con regularidad.
"Confecciono remedios utilizando determinadas partes del cuerpo humano", explicó Enriqueta ante la cantidad de pruebas que la señalaban. Al parecer, durante la inspección, la policía también se topó con centenares de tarros con sangre y grasa humana a modo de pócimas mágicas.
No murió en el patíbulo, ni apaleada por otras reclusas como se llegó a decir, sino que lo hizo a consecuencia de un cáncer de útero.
Muchos niños y niñas pobres terminaban en burdeles para gente rica o trabajando como esclavos en fábricas en Francia.
Finalmente se demostró que los huesos hallados en casa de Enriqueta no eran de un niño, sino de un adulto de unos 25 años. Ella se consideraba una curandera y por aquel entonces se pensaba que poseer determinados tipos de huesos traía suerte.
Composición fotográfica que muestra a Enriqueta Martí y a las dos niñas liberadas por la policía, Teresita Guitart y Angelita
Archivo fotográfico
Marido de Enriqueta Martí
Teresita, niña raptada
Angelita niña secuestrada
Casa de Enriqueta
Lista con nombres de clientes
Su detención
La portada de una publicación de la época, haciendo referencia al caso de Enriqueta Martí
Eran muchos los niños que a diario desaparecían en las grandes ciudades durante aquellos años
Página de noticias 1922 https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-madrid-19120309-11.html
Las declaraciones de las dos niñas, fundamentalmente la de Angelita, vinieron a demostrar que Enriqueta Martí era mucho más que una alcahueta secuestradora y corruptora de niños
Tanto impresionaron al pueblo de Barcelona las declaraciones de las dos pequeñas que se abrieron suscripciones populares para abrirles una libreta de la Caja de Ahorros y hasta fueron presentadas en público
Descubrieron el cráneo de un niño de unos tres años, que todavía presentaba adheridos a la piel algunos cabellos y una serie de huesos que los forenses reconocieron como pertenecientes a tres niños de tres, seis y ocho años
Los pobres niños habían sido sacrificados para extraer grasa de sus cuerpecitos
domingo, agosto 08, 2021
Mordida por demonios | Caso Clarita Villanueva, la joven que era mordida por entidades demoniacas
miércoles, agosto 04, 2021
Entrevista a Bruja Real (Vídeo)
Entrevista exclusiva para el programa testigo paranormal del conductor Eduardo Escoto a la Bruja Julieta