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jueves, mayo 25, 2023

El Caso de la Pareja Caníbal

El matrimonio conformado por Natalia y Dmitry Baksheeva se ganaban la vida de diversas formas, ellos trabajaban en diversos oficios o vendiendo pasteles a los restaurantes y cafeterías de la ciudad de Krasnodar, ubicada al suroeste de Rusia. No obstante, la historia de esta pareja, conocida como “la familia caníbal”, traspasó a las páginas policiales tras haber sido hallados culpables de un hecho macabro: asesinar, ingerir y vender la carne de sus víctimas. 

Según lo contó en su momento Vladirmir Baksheeva el padre adoptivo del sospechoso, a los medios rusos, Dmitry Baksheeva fue abandonado por sus progenitores que eran drogadictos, en un orfanato ruso. De joven era bastante callado y presentaba conductas que llamaron la atención del hombre.

"Lo metieron preso cuatro veces por robar. Pidió préstamos y usó mi nombre como garantia. Intenté ayudarlo, le conseguí varios trabajos, pero era inútil hablar con él. Sus ojos se ponían vidriosos y rojos . Él solo te mira, pero no te escucha”, relató  Vladimir Baksheeva. En sus palabras, los diversos crímenes que perpetró ocasionaron que lo echara de la casa, y fue en esa circunstancia que Dmitry conoció a Natalia.

Natalia era 5 años mayor que Dmitry Baksheeva, sin embargo, ambos vivieron juntos hasta que se casaron cuando él cumplió los 18 años. Ella trabajaba como enfermera en el Colegio Superior Militar de Aviación de Krasnodar, mientras él se ganaba la vida como barrendero.

"Sabemos que ella ejercía una influencia mala sobre él”, remarcó un miembro de la familia Baksheeva a la prensa. Natalia tenía problemas con el alcohol, lo que ocasionaron su despido de la escuela militar. Asimismo, diversos vecinos de la pareja manifestaron que ellos siempre peleaban y que ella era muy agresiva.

El Macabro Hallazgo

Después de realizar su trabajo diario de limpieza en las calles, Dmitry dejó su celular en una de las oficinas (olvidado). El dispositivo fue hallado por un compañero suyo llamado  Roman Khomyakov, quien decidió abrir la galería para reconocer al dueño del aparato perdido. Lo que halló fue espeluznante.

Khomyakov vio dos fotografías de lo que parecía ser una mano y una cabeza de mujer real. A los pocos minutos, Dmitry regresó por su celular, pero su compañero decidió no entregárselo y reportar los hecho a las autoridades.

Cabeza de Elena Vakhrusheva

Horas más tarde, la policía llegó hasta la vivienda de los Baksheeva y encontró una escena de terror. La vivienda estaba desordenada, pero se podían distinguir algunos restos humanos disueltos en una solución salina y bolsas con carne congelada.

Elena Vakhrusheva siendo cocinada 

La víctima era Elena Vakhrusheva, una residente de Krasnodar que había desaparecido semanas antes. Tras arrestar a los sospechosos, los Baksheeva confesaron el crimen. Habían estado bebiendo con Vakrusheva, pero Natalia y ella tuvieron un altercado, acto seguido, la mujer ordenó a Dmitry matarla y desmembrarla.

Frente a las autoridades, Natalia reconoció el rostro de 30 mujeres desaparecidas que habría asesinado junto con su esposo para luego ingerir sus restos.

Con el inicio de la investigación, los vecinos de la pareja se mostraron conmocionados al revelar que ellos vendían pasteles de carne. “La gente está conmocionada, al recordar que ellos habían consumido sus productos”, publicó el diario Moskovsky Komsomolets.

Una vecina les contó a los investigadores que, cuando le preguntó a Baksheeva con qué rellenaba esos pastelillos, ella le respondió: «Con lo que me voy encontrando». «La gente del pueblo se estremece al pensar en estos intercambios», cuenta el diario local.

Una de las hipótesis es que la pareja también les vendió carne humana a reclutas de una base militar cercana en la que ella trabajaba, entre ellos, los que se entrenaban para pilotos. «Somos una institución seria, y miren en qué escándalo estamos metidos ahora por culpa de un barrendero borracho y de una enfermera», explicó uno de los oficiales.

Tras los hechos, la pareja fue finalmente condenada en el 2019.

En 2020, Dmitry Baksheev falleció en la cárcel debido a problemas de salud relacionados con una diabetes no tratada.




sábado, noviembre 06, 2021

Katherine Knight cocinó a su marido

Ya han pasado 20 años de los terroríficos acontecimientos que sacudieron Aberdeen, situada en el estado de Nueva Gales del Sur. Katherine llevaba una vida de lo más corriente hasta que un día, contra todo pronóstico, decapitó, despellejó y apuñaló 37 veces a su compañero sentimental John Price.

No obstante, el aterrador suceso no terminó aquí, ya que la australiana tenía importantes planes para el cuerpo del recién fallecido. Y es que tras una atroz mutilación que terminó con la piel de Price colgando de un gancho en la salita de estar y con la cabeza formando parte de un guiso, Knight aprovechó los restos de su marido (para ser más concretos la zona de las nalgas) para hacer una comida con verduras que sirvió a sus propios hijos.

Antes de recibir sentencia definitiva, varios testigos afirmaron que Knight era una persona vengativa y cruel, que lastimaba a cualquiera que se le cruzara en su camino. El Dr. Milton, el psicólogo criminal más reconocido de Australia, dijo que Katherine sufría de desorden de personalidad, pero que sin duda había estado perfectamente consciente de sus actos los días 29 de febrero y 1 de marzo del 2000. No obstante, los que no la conocían y la vieron sentada en el banquillo de los acusados por primera vez consideraron que parecía la madre de cualquiera; con mirada tímida y aspecto tranquilo.

La sentencia, sin embargo, fue demoledora. De hecho, fue la más dura otorgada a una mujer en Australia: cadena perpetua y un archivo marcado con la frase: “Nunca deberá ser liberada”.

Lo sorprendente es que la mayoría de sus conocidos dejaron pasar su evidente carácter conflictivo y delictivo, por decir lo menos, y consideraban que ella simplemente era así. Katherine mostró señales muy claras de su personalidad bifurcada desde niña. La familia, lejos de atenuar ese perfil, lo consolidó.

Katherine Knight en el hospital el día después del asesinato después de que intentó sin éxito suicidarse con una sobredosis de medicamentos recetados

Su infancia en una zona rural fue complicada. La comunidad donde vivía con su familia echó a su madre, Barbara Roughan, y la forzó a mudarse a Moree, luego de descubrir que mantenía una relación extra marital con Ken Knight, un compañero de trabajo de su marido Jack Roughan. La relación se convirtió en un verdadero escándalo. La familia se dividió en dos: los hijos más grandes de la familia permanecieron con el padre y los más pequeños fueron enviados con una tía en Sídney.

    Policías afuera de la escena del crímen

En 1959, cuando Katherine tenía cuatro años y su padre biológico se suicidó, la familia volvió a reunirse con un nuevo padre para todos: Ken Knight, un alcohólico que violentaba a Bárbara continuamente para tener relaciones sexuales. Por su parte, ella no oponía resistencia, y tampoco tenía pudor para platicar abiertamente de las acciones a las que las sometía su marido.

         Katherine Knight una historia de                 violencia y locura

Afirmaba delante de sus hijos lo mucho que odiaba el sexo y a los hombres. En ese ambiente, Katherine pronto se quejó de acoso por parte de otros integrantes masculinos de la familia, y la madre le dijo que se dejara hacer y que no anduviera quejándose por ahí. La niña creció, víctima de abuso sexual de parte de varios hombres de la familia.

   Según los informes, fue abusada cuando era niña y fue testigo de las violaciónes de su madre, Barbara Knight y el abuso conyugal a manos de su padrastro.

No es de extrañar entonces que Katherine tuviera episodios de furia incontenible, detonados por los detalles, en apariencia, más insignificantes. Durante su paso por la escuela Muswellbrook, sus compañeros y profesores la recuerdan como una niña a la que le gustaba hacer bullying a los más pequeños. Abandonó sus estudios a los 15 años sin haber aprendido a escribir y leer correctamente; salió casi analfabeta.

             Katherine Knight hoy en día

Trabajó como cortadora en una fábrica de ropa y después consiguió lo que ella misma llamó el trabajo de sus sueños. Entró como aprendiz en el rastro local y aprendió tan rápido, que pronto obtuvo su set de carnicero. Solía colgar sus herramientas de trabajo sobre la cabecera de su cama, para tenerlas a mano en caso de necesitarlas, según ella misma dijo.

De acuerdo a los peritos, Pricey despertó cuando su mujer lo apuñaló por primera vez. Adormilado y aterrorizado trató de encender la luz de la habitación; quizá pensaría que se trataba de una pesadilla de la cual podía despertar. Trató de escapar, corrió desesperado por los pasillos de su casa hasta la puerta de entrada, donde Katherine lo alcanzó y lo arrastró de nuevo al interior. Una vez dentro lo apuñaló otras 36 veces. Seguramente los últimos minutos de Price debieron ser una combinación de terror abyecto y desesperación.




martes, agosto 31, 2021

La Abuela Caníbal

Tamara Samsonova es una mujer adulta mayor que ha despertado la indignación y el miedo en todo Rusia. 

Pue incluso ha sido llamada The Granny Ripper (la abuela destripadora), o Baba Yaga, un personaje folclórico de la mitología eslava que engañaba a sus víctimas para comérselas.

Todo empezó después de que la policía rusa encontró en las calles de San Petersburgo bultos en los que había partes de cuerpos sin vida. La investigación dio con Tamara, luego de que cometiera su último crimen, el de Valentina Ulanova.

Tamara confesó todo, cada uno de sus homicidios e incluso reveló que fue ella quien asesinó y desapareció a su esposo. 



domingo, agosto 22, 2021

Canibalismo

El restaurante caníbal de Nigeria

En 2014, la policía de Nigeria cerró un “restaurante caníbal” que servía carne humana a los clientes en la localidad de Onitsha. 11 personas fueron detenidas luego de que las autoridades descubrieran dos cabezas humanas envueltas en celofán. Según un cliente, la carne humana era ofrecida como el plato más costoso del menú.

Hermanos caníbales de Pakistán

Ese mismo año, los hermanos Mohammad Arif Ali y Muhammad Farman Ali fueron detenidos en una aldea remota de Pakistán, luego de que los vecinos alertaran a la policía del mal olor que salía de su casa. Cuando las autoridades llegaron, descubrieron la cabeza decapitada de un bebé al lado de la estufa. Los hermanos Ali confesaron comer carne humana y contaron que dos años antes habían desmembrado el cuerpo de una mujer que se robaron de un cementerio.

Sirvió a su esposo con verduras

El 29 de febrero de 2000, después de tener relaciones con su novio, John Price, la australiana Katherine Knight lo apuñaló 37 veces. Luego le arrancó la piel, lo decapitó y lo troceó. Colgó piezas de carne fresca por toda la casa con ganchos carniceros, metió la cabeza al horno con verduras y estaba dispuesta a devorarlo cuando llegó la policía


El caníbal de Rouen

Para Nicolas Cocaign, la carne humana tiene buen gusto y es “tierna como la de un cerdo”. El 2 de enero de 2007, Cocaign asesinó a su compañero de celda en la prisión de Rouen, en Francia, porque este atascó el inodoro y no se lavó las manos. El francés apuñaló con unas tijeras al otro hombre y luego lo asfixió. Más tarde, a la hora de la comida, le abrió el pecho con una cuchilla de afeitar, sacó uno de sus pulmones y lo preparó con cebolla y arroz. Dijo que lo hizo porque tenía curiosidad sobre el sabor de la carne humana.


Caníbal en serie

El inglés Peter Bryan asesinó a tres personas entre 1993 y 2004 para consumir su carne, que consideraba un superalimento. Después de los dos primeros homicidios, Bryan fue recluido en un hospital psiquiátrico, del que salió en 2004 cuando los médicos consideraron que ya estaba rehabilitado. Una vez libre, Bryan asesinó a un amigo y cocinó su cerebro en un sartén.


Ocho orejas en en la olla

Nino Mbatha llegó a la estación de policía de una pequeña aldea de Sudáfrica y les dijo a los oficiales que iba a entregarse porque estaba cansado “de comer carne humana”. Los policías no le creyeron y se echaron a reír, pero entonces Mbatha sacó una pierna en descomposición de su mochila. El sudafricano es un brujo o curandero tradicional que dijo preparar brebajes con orejas, manos o piernas de personas. La policía encontró en su casa el cadáver de una mujer que estaba desaparecida desde julio pasado y una olla con ocho orejas dentro.