La miasis cutánea es una infestación de la piel que se produce por larvas de determinadas especies de mosca como Dermatobia hominis y las de la familia de Calliphoridae u Oestridae. El hábitat de estas especies son los humanos o animales que tienen bajas las defensas.
Las larvas, que son las fases juveniles y que tienen anatomía, fisiología y ecología diferente del adulto, se alimentan de tejido vivo o muerto. De esta manera, llevan a cabo una destrucción del tejido invadiendo grandes cantidades de piel.
Los signos y síntomas varían según la especie de mosca causante. Estas infestaciones se producen, por lo general, en los países tropicales. Las personas que tienen miasis en otros países suelen haber visitado recientemente un país tropical.
Los síntomas más habituales que se pueden llegar a tener son los siguientes:
Prurito (picazón) cutáneo.
Sensación de movimiento en la zona.
Dolor local agudo y punzante.
En el inicio, aparece una pequeña protuberancia roja que puede confundirse con una picadura de un insecto común o con un forúnculo incipiente. Luego, evoluciona a un bulto más grande en el que se aprecia una abertura en el centro.
A diferencia de las larvas de las moscas domésticas comunes, la mayoría de las larvas que causan miasis invaden tanto el tejido sano como el tejido muerto.
Tipos de Miasis
Miasis forunculoide: muchas de las moscas que causan miasis foruncular se conocen como moscardones. Las especies más conocidas que causan esta enfermedad provienen de América del Sur y Central y de África subsahariana y tropical.
En ocasiones, las moscas ponen sus huevos en otros insectos como los mosquitos, o en objetos como la ropa tendida y así pueden entrar en contacto con la piel humana.
Los huevos eclosionan en larvas y estas penetran en la piel y se transforman en larvas maduras. Sin tratamiento, las larvas acaban emergiendo de la piel y caen al suelo para continuar su ciclo de vida.
Miasis lineal rampante: en este caso, al migrar bajo la piel, la larva va creando dermografismo
Miasis subcutánea:Aparecen tumoraciones profundas y dolorosas que a los pocos días desaparecen. Sin embargo, después reaparecen a poca distancia hasta que la última tumoración se ulcera dejando salir la larva.
Miasis cavitaria: La miasis cavitaria es la forma más destructiva de miasis. Esto es debido a que ataca a toda la cabeza, sobre todo en senos paranasales y el conducto auditivo externo.
Se denomina cavitaria porque forma grandes posos destruyendo tejidos, cartílagos y huesos. Incluso puede causar la muerte del paciente. Una vez que ha traspasado los huesos craneales, puede llegar al cerebro, provocar inflamación e incluso hemorragias y sangrados.