lunes, enero 03, 2022

Tumbas y monumentos para los niños abortados



«La tumba es un lugar de gran reverencia y despierta una mayor conciencia sobre la importancia del derecho a la vida» dijo el padre Shawn Roberson «Nos recuerda que el aborto es un problema crítico que afecta nuestras vidas».

La tumba incluye una llama perpetua rodeada por un patio de piedra y bancos de madera, con dos reclinatorios de granito en su base y una guardería de piedra a pocos metros de distancia. Los miércoles rezan un rosario en el sitio.

El cardenal John J. O’Connor de Nueva York (1920-2000) se conmovió cuando visitó la Tumba del Niño por nacer en 1992. Ahí mismo “reto” a poner una «Tumba del Niño por Nacer» en cada cementerio católico.


Concretamente, lo que el cardenal pedía era erigir un monumento conmemorativo en lugar de una tumba con restos humanos, de modo que los visitantes de los sitios reflexionaran que «los no nacidos a los que el aborto dio muerte fueron tanto seres humanos como todos los demás enterrados allí».

Se han establecido más de 1.835 de estos monumentos en todo el mundo, no solo en los cementerios católicos, sino también en parroquias y otras propiedades diocesanas.


Algunas diócesis tienen sitios múltiples para conmemorar a los no nacidos –entre parroquias y cementerios– con monumentos, que van desde simples lápidas hasta elaborados memoriales, todos dirigidos a honrar la corta vida de quienes fueron asesinados o fallecieron naturalmente antes de ver la luz.


El propósito de los monumentos es crear conciencia sobre el tema del aborto.

Se estableció un monumento pro vida en 2004, ahí se erige una estatua de Nuestra Señora de la Tolerancia; en la base de la estatua hay una lápida con un corazón y una imagen de un niño por nacer. El feto tiene 12 semanas, un momento en que el aborto es más común.

Se cree que los monumentos conmemorativos son importantes ya que una mujer que pierde a un niño por causas naturales puede enterrar al niño en una tumba en la que puede llorar públicamente. «Cuando tienes un aborto, no tienes un lugar adonde ir para llorar públicamente. El monumento le da a la gente un lugar adonde ir y llorar».

Los monumentos al no nacido pueden desempeñar un papel importante en la defensa del derecho a la vida «Pueden afectar nuestra espiritualidad, haciendo que algo que al principio parecía distante sea cercano y personal».


En memoria de todos los bebés concebidos pero que no pudieron nacer; especialmente las víctimas del aborto.