viernes, septiembre 01, 2023

Dios y apariencia

Al pie del monte Sinaí, Dios se apareció al pueblo de Israel en forma física. Esto se llama teofanía.

Algunos dicen que el trío alado simboliza la Santísima Trinidad y es un elegante ejemplo de teofanía, o la aparición de una deidad, en una pintura.

En diferentes tradiciones religiosas y culturas, se han relatado diversos episodios de teofanías. Estas manifestaciones divinas pueden tomar diferentes formas, como una visión, una voz, una figura o una experiencia mística. En algunas ocasiones, se describen fenómenos naturales, como una tormenta o un fuego, como vehículos de la teofanía.

En el cristianismo, por ejemplo, la más conocida es la del Antiguo Testamento, donde Dios se revela a Moisés en forma de una zarza ardiente en el monte Sinaí. Además, en el Nuevo Testamento, se considera la encarnación de Jesucristo como una teofanía, ya que en él se manifiesta la presencia divina de Dios.

En general, la teofanía representa un momento sagrado y trascendental en el cual lo divino se revela a la humanidad.


Es importante tener en cuenta que estas experiencias son generalmente descritas por las personas que las vivieron o por aquellos que recibieron la tradición oral o escrita de estos eventos. Sin embargo, no existen imágenes o videos directos, ya que suelen ser experiencias espirituales o manifestaciones divinas que no pueden ser capturadas visualmente de la misma manera que se registra un evento físico.

Los relatos se transmiten a través de textos sagrados, tradiciones orales o escritos de personas que vivieron esas experiencias. Para tener detalles más específicos, es necesario recurrir a los textos religiosos y a los testimonios y relatos transmitidos por las comunidades creyentes.

También, pueden haber sido representadas artísticamente en pinturas, esculturas o en otras formas de arte a lo largo de la historia.

La zarza ardiente (Éxodo 3:1-6): La teofanía de la zarza ardiente es uno de los episodios más icónicos de la Biblia. Moisés vio una zarza que ardía pero no se consumía, y allí escuchó la voz de Dios que le hablaba y lo llamaba a liderar al pueblo de Israel fuera de la esclavitud en Egipto.


La columna de nube y fuego (Éxodo 13:21-22): Durante el éxodo de los israelitas de Egipto, Dios se manifestó como una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche, guiando al pueblo en su travesía por el desierto.


La revelación en el monte Sinaí (Éxodo 19-20): En este evento, Dios descendió sobre el monte Sinaí con truenos, relámpagos y una densa nube. Allí, pronunció los Diez Mandamientos y estableció una alianza con los israelitas, marcando un momento crucial en la historia del judaísmo.

La transfiguración de Jesús (Mateo 17:1-8): La transfiguración de Jesús es una teofanía descrita en los evangelios del Nuevo Testamento. Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a una montaña, donde su rostro brilló como el sol, y Moisés y Elías aparecieron y hablaron con él. Una voz del cielo proclamó que Jesús era el Hijo amado de Dios.

La aparición a Pablo en el camino a Damasco (Hechos 9:1-9): Saulo de Tarso, quien más tarde se convertiría en el apóstol Pablo, tuvo una experiencia teofánica cuando Jesús se le apareció en una luz brillante en el camino a Damasco. Esta experiencia transformó a Pablo y lo llevó a convertirse en un ferviente seguidor de Jesús.

La revelación del Corán a Mahoma: Según la tradición islámica, el arcángel Gabriel se manifestó a Mahoma en la cueva de Hira, transmitiéndole los primeros versículos del Corán y dando inicio a su misión profética.

La Ascensión Nocturna (Al-Isra' wal-Mi'raj): En este evento, se narra que Mahoma fue llevado en un viaje espiritual desde La Meca a Jerusalén y luego ascendió a los cielos, donde tuvo encuentros con diversos profetas y finalmente se acercó a la Presencia Divina.
El viaje nocturno tuvo lugar cuando el Profeta Mahoma -Muhammad- estaba despierto.

La Voz del Trono (Saut al-Arsh): En varios pasajes del Corán, se menciona una teofanía conocida como la Voz del Trono. Es descrita como una manifestación de la gloria y el poder de Allah que los creyentes escucharán en el Día del Juicio Final.

Siddhartha Gautama (Budismo): Siddhartha Gautama, quien se convirtió en Buda, el fundador del budismo, experimentó varias teofanías durante su búsqueda de la iluminación. Estas incluyen la tentación de Mara y la iluminación final bajo el árbol Bodhi.


Apariciones marianas: En el cristianismo, se han reportado diversas apariciones de la Virgen María a lo largo de la historia. Por ejemplo, la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe en México en 1531 o la aparición de Nuestra Señora de Fátima en Portugal en 1917. Estas apariciones se consideran teofanías, ya que se cree que la Virgen María se manifiesta a las personas para transmitir mensajes divinos.

La teofanía en el monte Horeb: En el libro del Antiguo Testamento, 1 Reyes 19:11-13, se relata cómo el profeta Elías experimentó una teofanía en el monte Horeb (también conocido como monte Sinaí). Elías escuchó a Dios en un "susurro apacible" después de fuertes vientos, un terremoto y un fuego. Esta experiencia se considera una manifestación divina.

Visión de Krishna: En el hinduismo, se cree que Krishna, una de las encarnaciones de Vishnu, se manifestó a través de sus actividades y enseñanzas en la Tierra. Sus seguidores consideran su aparición y sus lila (juegos divinos) como una teofanía que revela la naturaleza divina de Krishna.
En la epopeya del Bhagavad Gita, Krishna se revela como la encarnación divina a Arjuna en medio del campo de batalla. Krishna expone su naturaleza divina y enseña a Arjuna sobre el deber y la acción correcta.


Experiencias místicas y visiones
En diferentes tradiciones religiosas, personas han relatado experiencias místicas en las que han tenido visiones o encuentros con lo divino. Estas experiencias pueden variar ampliamente y ser interpretadas como teofanías dentro del contexto de su fe.

Esta famosa obra de Miguel Ángel, ubicada en la Capilla Sixtina en el Vaticano, representa la teofanía del momento en que Dios crea a Adán. En la pintura, se muestra a Dios extendiendo su mano hacia Adán, quien está tendido en el suelo. Esta representación se basa en la narrativa bíblica del libro del Génesis y simboliza el acto divino de dar vida al primer ser humano.

La transfiguración de Jesús es un evento significativo en el cristianismo que ha sido representado en varias pinturas e iconos a lo largo de la historia. Estas representaciones retratan a Jesús rodeado de luz y con figuras como Moisés y Elías a su lado. Algunas obras notables incluyen el icono de la Transfiguración de Rublev y las pinturas de Rafael y El Greco sobre el tema.

Las apariciones de la Virgen María, consideradas teofanías por muchos creyentes, han sido representadas en numerosas pinturas y esculturas en diferentes períodos y estilos artísticos. Algunos ejemplos notables incluyen la representación de Nuestra Señora de Guadalupe en la tilma de San Juan Diego y la representación de Nuestra Señora de Lourdes en diversas obras artísticas relacionadas con las apariciones en Lourdes, Francia.



Mural pintado en el interior de la Iglesia de Juan Bautista en el río Jordán, representa el bautismo de Jesús por la mano de Juan.

"Teofanía" del artista mexicano Antonio García Vega.

Libros que menciona Teofanías
Además de la Biblia y el Corán,
El Bhagavad Gita. Los Upanishads. Los Sutras del Budismo.


¿Quiénes no creen en las teofanías?
Los ateos no creen en la existencia de un ser supremo o deidades en general, por lo que descartan la idea de las teofanías como manifestaciones divinas. Consideran que las experiencias atribuidas a la manifestación de lo divino tienen explicaciones naturales o psicológicas.

Los agnósticos sostienen que la existencia de una deidad o ser supremo es desconocida o incognoscible. Al no afirmar ni negar la existencia de lo divino, también pueden no creer en las teofanías como experiencias genuinas de la presencia divina.

Ciertas corrientes filosóficas, como el naturalismo o el materialismo, se centran en explicaciones y causas naturales y no atribuyen fenómenos a entidades sobrenaturales. Estos enfoques pueden no considerar las teofanías como manifestaciones divinas, sino más bien como experiencias subjetivas o explicables por medios no divinos.

Seguidores de las teofanías 
Los seguidores de la teofanía de la zarza ardiente y la entrega de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí incluyen a los judíos que adhieren a las enseñanzas y prácticas del judaísmo. Estos seguidores valoran y estudian la Torá y sus mandamientos, y buscan vivir sus vidas en consonancia con los preceptos divinos revelados en ese evento.

La muerte de Semele de Peter Paul Rubens, provocada por la Teofanía de Zeus.

Los seguidores de Jesucristo, quienes creen en su divinidad y en su transfiguración, se encuentran en diversas denominaciones cristianas en todo el mundo. Estos seguidores adoran y siguen a Jesús como su Salvador y se basan en los evangelios y enseñanzas bíblicas para su vida espiritual.

Los seguidores del islam, conocidos como musulmanes, reconocen la teofanía del arcángel Gabriel a Mahoma en la cueva de Hira como un evento central en su fe. Los musulmanes siguen las enseñanzas del Corán y los ejemplos de vida de Mahoma, y se dedican a la adoración de Allah como el único Dios.

La visión de Ezequiel, 1518.

Los seguidores del budismo, inspirados en la teofanía de Siddhartha Gautama y su iluminación bajo el árbol Bodhi, siguen las enseñanzas y prácticas budistas. Estos seguidores buscan alcanzar la iluminación y seguir el camino del Buda a través de la meditación, la comprensión de las Cuatro Nobles Verdades y el seguimiento del Noble Óctuple Sendero.


Experiencias espirituales y personales, y su comprensión y significado varían según la fe y la interpretación propia.